Una de las actuaciones más importantes de fomento de biodiversidad dentro del proyecto de restauración de La Chanta es la mejora de hábitat para algunas especies de lepidópteros amenazados o catalogados, entre ellos Iolana debilitata.
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Tras algo más de cuatro años desde que finalizaran los trabajos de restauración, el dÃa 27 de mayo de 2025 hemos certificado, por fin, la presencia de al menos tres individuos de esta mariposa en el interior de La Chanta.
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Esta especie, de presencia irregular y con poblaciones fragmentadas, depende de forma exclusiva del espantalobos Colutea hispanica para reproducirse. Los adultos vuelan en los meses de mayo y junio, haciendo la puesta en el cáliz de las flores de esta leguminosa. La larva se alimenta de las semillas que se encuentran en el interior de la vaina hasta completar el desarrollo larvario, momento en que desciende de la planta para pupar en el suelo entre las piedras. Frecuentemente las larvas son transportadas por algunas especies de hormiga hasta el hormiguero, donde pasa el invierno protegida por éstas. Esta relación de mutualismo está basada en una sustancia azucarada que la larva excreta por una glándula, y que gusta a las hormigas. Más tarde, al pupar, imita el sonido de las hormigas estridulando con algunos segmentos.

Teniendo en cuenta esta especial biologÃa, durante la restauración se plantaron varios cientos de brinzales de esta leguminosa de porte arbustivo, ya que una de las mayores amenazas a las que se enfrenta esta especie son las extinciones locales que se producen como consecuencia de la pérdida de pìes aislados de su planta nutricia. Por ello, los mayores expertos de la especie han propuesto la plantación de espantalobos en rodales, favoreciendo además la conectividad entre poblaciones. De este modo, se ha propiciado el asentamiento de esta mariposa, el licénido más grande que tenemos en la penÃnsula.
El registro de Iolana debilitata en La Chanta es una excelente noticia, no solo para los que trabajamos cada dÃa en la mejora de su entorno sino, y muy especialmente, para la conservación de esta bella mariposa. Podemos decir que La Chanta se ha convertido en un enclave de interés para la conservación de esta especie en Madrid.